martes, 26 de agosto de 2014

Esos locos que aman lo que hacen y hacen lo que aman



 ''Iniciar una temporada en el deporte de alto rendimiento siempre va unido a nuevos proyectos, nuevos objetivos, a deseos y a sueños que cumplir''
Que mejor manera de empezar una nueva entrada que con unas palabras de una de las mejores psicólogas de nuestro país, Patricia Ramírez.

Después de unos meses de desconexión y descanso se aproxima un mes, el cual, siempre le podemos sacar algo positivo. Es el mes de inicio de una nueva aventura, un mes en el que pensamos en cómo afrontar nuevos retos y experiencias. Es el comienzo de una temporada más. El pasado pudo ser un éxito o un auténtico fracaso. Todos debemos empezar de cero y una vez más continuar siendo esos locos que aman lo que hacen y hacen lo que aman.

Este verano dos Campeonatos de Europa han despertado nuestras ganas del regreso. Dos distintos deportes, deportes que reúnen afinidad de habilidades y que cuentan con diferentes modalidades y pruebas. En la natación, la sirena de Badalona de 23 años Mireia Belmonte nos ha vuelto a sorprender. Esta vez no han sido sus medallas, muchos de nosotros no hemos descubierto una estrella en este Campeonato, ya conocíamos su talento. En esta ocasión fue su incansable deseo de ser mejor en cada competición, de rebajar sus marcas, ganar no era objetivo, las personas exitosas valoran más el esfuerzo de haberlo intentado que de haberlo conseguido. Su apetito de triunfos y medallas son fruto de un entrenamiento físico y mental de años. A veces es mejor centrarse en una prueba y conseguir el oro, pero a Mireia eso le sabía a poco y tras alcanzar una medalla más a su palmarés, salió de la piscina para segundos después volver a ser protagonista en la piscina, esta vez por el hecho de hacer lo que estaba haciendo, una auténtica locura.
Y de una joven y talentosa nadadora a una poderosa y con experiencia atleta. Ruth Beitia fue protagonista en Zúrich por obtener la segunda medalla de oro para el equipo español y por su ilusión, sencillez y templanza que muestra dentro de una pista de atletismo. A sus 35 años, la veterana saltadora de altura, entrena y compite como una joven con mundo que descubrir y con todo por lograr. La cántabra amagó con la retirada, pero los atletas sabemos que a este deporte no se le abandona con tanta facilidad. Su vuelta ha sido a lo grande. Y desde aquí aplaudimos su regreso, sus ganas, su esfuerzo, talento y simpatía. Un ejemplo en la pista y fuera de ella, Ruth Beitia.
La vida es un conjunto de sorpresas, luchemos por nuestros sueños y no entrenemos para ser perfectos y sí para ser los mejores. Os deseo una temporada llena de triunfos y alegrías. No olviden que el deporte no es un camino de rosas, y que superar las adversidades es el primer paso para progresar y hallar el éxito.